
el hombre detiene el progreso imponiéndose en un paso de cebra.
bajo el asfalto, soplando un puñado de arena encontró monstruos marinos.
se murieron los animales, el niño los fusiló con su espalda.
en venezuela, por ir más lejos, la vida se deslizaba como la revolución del elefante: lenta y demoledora.